Ahora que el tratamiento del cáncer ha terminado, es probable que su oncólogo le haya dicho que puede retomar su actividad, al menos en la medida en que pueda hacerlo. Sin embargo, es posible que algunos efectos secundarios persistentes del tratamiento del cáncer le impidan hacerlo. 

Investigación en curso sobre los efectos secundarios del tratamiento a largo plazo

Afortunadamente, hay buenas noticias. Según el Instituto Nacional del Cáncer, las tasas de supervivencia al cáncer han aumentado y seguirán haciéndolo, con una estimación de 20,3 millones de supervivientes para 2026, lo que supone un aumento del 31% (más de 4 millones de supervivientes) en un periodo de 10 años. Este aumento constante de las tasas de supervivencia del cáncer ha hecho que la calidad de vida de los supervivientes sea un área de mayor atención. 

Tomemos como ejemplo este estudio realizado por la Universidad de Australia, en el que los investigadores analizaron los registros farmacéuticos de casi 4.000 supervivientes de cáncer de próstata a lo largo de 11 años (2003-2014). Los resultados mostraron que los supervivientes tratados con una terapia común para el cáncer de próstata tenían un mayor riesgo de desarrollar diversas afecciones, como diabetes, depresión, colesterol alto en sangre (hiperlipidemia), osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, afecciones inflamatorias/dolorosas y trastornos de la acidez gástrica tras el tratamiento.  

Otro estudio concluyó que las supervivientes de cáncer ginecológico que se habían sometido a radioterapia experimentaron más efectos secundarios urinarios, gastrointestinales y sexuales después del tratamiento del cáncer que las supervivientes que no recibieron radioterapia.

Debido a este gran interés por los efectos secundarios que pueden experimentar los supervivientes, se están llevando a cabo más investigaciones para comprender mejor qué tratamientos producen menos efectos secundarios una vez finalizado el tratamiento.    

Efectos secundarios que pueden experimentar los supervivientes de cáncer

Los efectos secundarios varían entre los supervivientes del cáncer. Mientras que algunas personas no experimentan ningún efecto secundario, otras se enfrentan a efectos secundarios a largo plazo.

Los efectos secundarios a largo plazo del tratamiento del cáncer pueden incluir: 

  • Fatiga 
  • Ansiedad 
  • Trastornos dentales 
  • Problemas cardíacos 
  • Niebla cerebral 
  • Trastornos del sueño
  • Osteoporosis
  • Cuestiones de salud sexual

Si experimenta alguno de estos efectos secundarios o cualquier tipo de dolor, le animamos a que hable con su equipo de atención al cáncer de Rocky Mountain Cancer Centers. Nuestro objetivo es ayudar en todo lo que podamos, incluso proporcionándole recursos para que pueda ponerse en contacto con otros supervivientes que entienden por lo que está pasando. Con el apoyo adecuado, vivir con los efectos secundarios a largo plazo puede ser más manejable. 

Guía gratuita: La vida de un superviviente de cáncer

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