Sí. Y Bernice Radakovits es la prueba viviente de que se puede vencer al cáncer - una y otra vez
Bernice Radakovits ya se había enfrentado al cáncer tres veces cuando recibió su cuarto diagnóstico. Hacía tiempo que había dejado de preguntarse "¿Se puede tener cáncer más de una vez?", pero aún así no esperaba enfrentarse a él cuatro veces. Sin embargo, hace siete años sintió que la tierra se movía bajo sus pies -una vez más- cuando su médico le dijo que su cáncer de mama metastásico estaba creciendo de nuevo. "Cuando oyes esas palabras, todo se queda en blanco. Realmente realmente entras en shock", dijo.
Cuatro veces diagnosticada de cáncer y ahora "libre de cáncer
Bernice recibió su primer diagnóstico de cáncer - cáncer de mama - en 1985. Tenía 38 años y dos hijos pequeños, de 7 y 9 años. Tras la quimioterapia, la radiación y la mastectomía, Berenice siguió con su vida, asumiendo que el cáncer era cosa del pasado.
Pero entonces, en el año 2000, le diagnosticaron un cáncer de huesos en la columna y la pelvis. Recibió radiación, pero no quimioterapia, y algunos analgésicos fuertes. Aunque el dolor estaba "más allá de un 10 (en un nivel de uno a 10)", Berenice se cuidó de no añadir la adicción a los opiáceos a sus problemas médicos. Por ello, registraba el uso de la medicación, incluyendo la hora y la dosis.
Cuando le diagnosticaron por primera vez un cáncer de mama, el marido de Bernice le dijo "eres más que un pecho". Ese comentario extravagante y perspicaz captó el humor y la actitud indomable que caracterizarían las batallas de Berenice en el futuro.
Hace unos 10 años, tras la muerte de su marido de 40 años, Berenice dijo que estaba "lista para una aventura" y se trasladó a Denver desde Chicago, donde "encontró (su) tribu". Unos años después de su traslado, empezó a sentirse mal y buscó atención médica. Esto le llevó a descubrir unos nódulos en el pulmón y a recibir otro diagnóstico de cáncer.
El RMCC trata a los pacientes con cáncer "como si fueran de la familia"
"Cuando conocí a mi médico, me dijo: 'Trato a mis pacientes como si fueran de mi familia'", cuenta Bernice. Su oncólogo también creía en la conexión mente-cuerpo para la curación y la animó a practicar la atención plena. El asistente médico John Novak también ha sido parte integrante de sus cuidados a lo largo de los años.
Comenzó un tratamiento potencialmente vitalicio de medicación dirigida a su tipo específico de cáncer, que incluye tres semanas de toma de medicamentos orales a diario, con una semana de descanso, e inyecciones mensuales. Berenice afronta la inyección mensual en el glúteo con su humor característico. "Menos mal que soy 'esponjosa'", dice sobre sus glúteos.
Aunque el cáncer de Berenice no es curable, se puede tratar para que pueda vivir "libre de cáncer", o en remisión. Los médicos de Berenice le dijeron que "la tratan como si tuviera una enfermedad crónica, como la diabetes". Cuando una operación de prótesis de cadera y la posterior infección la obligaron a suspender la medicación contra el cáncer, éste reapareció por cuarta vez. Pero ahora, tras reanudar la medicación, Berenice lleva unos tres años "libre de cáncer".
La actitud positiva y el humor "ayudan mucho" a vencer el cáncer
"Tenemos que decidir cómo vivir con un diagnóstico de cáncer", dijo Berenice sobre cómo se enfrentó al cáncer en cuatro ocasiones. "No puedes cambiar una situación, pero puedes cambiar tu actitud hacia ella".
"Tomo decisiones deliberadas -a lo largo de mis batallas contra el cáncer- para vivir el día de hoy", dijo Berenice. "Vivo con gratitud. Utilizo mi humor. Fui precavida durante el coronavirus, pero no demasiado... Porque todos tenemos una fecha de caducidad en nuestro cuerpo".
Durante las semanas en las que Berenice toma el medicamento contra el cáncer dirigido, utiliza una visualización que llama "Bruno". Consiste en imaginar a un perro de pelea echando espuma por la boca (que representa los medicamentos contra el cáncer), ansioso de sangre. Cuando toma la medicación, lo libera con la orden-bendición: "¡A por ellos, Bruno!" Entonces, el perro de pelea carga en su torrente sanguíneo, destruyendo las células cancerosas.
Bernice dijo que una buena actitud y el sentido del humor "ayudan mucho" a disfrutar de la vida y a superar con éxito el cáncer.
¿Qué significa vivir sin cáncer?
Para Berenice, vivir sin cáncer significa muchas cosas, incluida la decisión de mantener su cáncer en privado. "Aunque soy una persona abierta que habla de las cosas con libertad, tomé la decisión de no permitir que todo el mundo conociera mi diagnóstico", dijo. "Sólo unos pocos amigos cercanos lo saben".
Esa decisión permite a Berenice no sentirse obligada a hablar de su salud con cualquiera que le pregunte, y disfrutar de su vida sin pensar en su cáncer cuando no lo necesita. "Si tengo un mal día y tengo ojeras, no quiero que me pregunten preocupada. No quiero que me recuerden el diagnóstico de cáncer. Vivo mi vida sin cáncer, tanto física como mentalmente", dijo. "A veces me siento como un 'agente 007' con una vida secreta".
Llevar una vida gratificante durante el tratamiento del cáncer y tener una actitud positiva puede requerir muchas cosas, como apoyo psicológico, grupos de apoyo y una buena nutrición. El RMCC ofrece una amplia gama de servicios para apoyar no sólo el tratamiento de la enfermedad, sino también para proporcionar recursos mentales y emocionales que le ayuden a vivir su mejor vida.