Tanto si todavía está en tratamiento contra el cáncer como si ya lo ha completado, se le considera un superviviente de cáncer. Sobrevives a pesar de los retos y ahora el objetivo es mantenerte lo más sano posible.
Hay muchos pequeños pasos que puede dar para mejorar su salud y bienestar durante este tiempo. Si los grandes cambios le parecen abrumadores, modifique un hábito cada vez para construir un estilo de vida más saludable que le ayude a mantenerse fuerte durante y después del tratamiento. Esta es la guía del usuario para realizar pequeños cambios en el estilo de vida que tienen un gran impacto.
Alimente su cuerpo con alimentos y bebidas saludables
Aunque el dicho "somos lo que comemos" no es del todo exacto, lo que elegimos para alimentarnos influye mucho en nuestra salud. No existe una dieta única ni un remedio universal para mantener un peso saludable y una buena salud.
La clave está en elegir alimentos sanos siempre que sea posible. Aquí tienes algunos consejos básicos que debes tener en cuenta:
- Elija alimentos integrales siempre que sea posible. Los alimentos integrales son exactamente como suenan: son alimentos comprados en su forma completa y, por tanto, no han sido procesados. Estos alimentos se encuentran en la naturaleza: fruta, verdura, legumbres, frutos secos, semillas, cereales integrales, pescado, aves, lácteos bajos en grasa y huevos. Los alimentos procesados, como algunos cereales para el desayuno, panes, galletas, queso, comidas para microondas y perritos calientes o fiambres, suelen tener pocos nutrientes y contener aditivos poco saludables, como grasas saturadas y azúcares añadidos.
- Haz que tu comida sea alegre y colorida. Las frutas y verduras de color rojo, naranja, verde intenso y morado son alimentos ricos en nutrientes, antioxidantes y fitonutrientes que combaten el cáncer. El consumo de frutas y verduras de todos los colores puede ayudarle a reducir el riesgo de padecer diversas enfermedades y a reforzar su sistema inmunitario. Las frutas y verduras rojas, por ejemplo, contienen licopeno, conocido por sus efectos anticancerígenos. Según un estudio, comer tomates puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Las verduras de hoja verde -espinacas, brécol, col rizada- y las frutas de colores vivos también están repletas de nutrientes y antioxidantes.
- Elija fuentes de proteínas magras. Las proteínas son una parte importante de una dieta sana, y son especialmente importantes para las personas que padecen cáncer. Consumir suficientes proteínas puede ayudarle a mantener la masa muscular y un peso saludable durante el tratamiento. Pero el tipo de proteína es importante. Las proteínas de origen vegetal son especialmente buenas, así que llénate de lentejas, cereales como la quinoa, alubias, semillas y frutos secos como las nueces y almendras sin sal y la mantequilla de cacahuete natural. Cuando elijas proteínas de origen animal, busca opciones magras y enteras. Evite las carnes procesadas, como fiambres, salchichas y embutidos, que pueden contener sustancias cancerígenas, y coma carne roja sólo de vez en cuando. En su lugar, elija cortes magros de pollo o pavo, o pescado, que pueden contener grasas saludables.
- Vigile su consumo de fibra. Consumir suficiente fibra en la dieta, procedente de frutas, verduras y cereales integrales, puede mejorar la salud de muchas maneras, como reducir el colesterol y mantener niveles saludables de glucosa en sangre. Pero en algunos casos, mientras se está en tratamiento contra el cáncer, ciertas fuentes de fibra pueden agravar los efectos secundarios del tratamiento, como la diarrea o el estreñimiento. Para conseguir un equilibrio, pruebe a añadir pequeñas cantidades de alimentos ricos en fibra día a día o pregunte a su médico qué cantidad de fibra le recomienda cada día. Si algunas fuentes de fibra le causan problemas gastrointestinales, elija opciones que puedan ser más fáciles para el estómago, como comer fruta fresca sin piel, verduras cocidas en lugar de crudas y mantequillas de frutos secos o semillas.
Otros alimentos que deben evitarse
Además de evitar las carnes procesadas, también es buena idea reducir al mínimo la ingesta calórica de alimentos fritos, refrescos y alcohol, que pueden contener carcinógenos que aumentan el riesgo de enfermedad. También contribuyen a un aumento de peso poco saludable.
Dado que su sistema inmunitario puede debilitarse durante el tratamiento del cáncer, también debe evitar las fuentes habituales de enfermedades transmitidas por los alimentos, como el pescado crudo, los huevos pasados por agua y los productos lácteos no pasteurizados.
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Azúcar añadido y cáncer
Los azúcares naturales en forma de fructosa y lactosa se encuentran en muchos alimentos, como las frutas y los zumos de frutas, las verduras y los productos lácteos. Esto no es malo: estos alimentos desempeñan un papel importante para mantenerte sano, especialmente como superviviente de cáncer.
En general, vigile la cantidad de azúcar que consume. Aunque no existe ninguna relación entre el cáncer y el azúcar, el azúcar añadido, que se añade a los alimentos durante su procesamiento, es perjudicial para la salud en general. El consumo excesivo de azúcar añadido se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer muchos problemas de salud. El consumo habitual de alimentos ricos en azúcar se asocia con el sobrepeso o la obesidad, que es un factor de riesgo para muchas enfermedades diferentes, incluidos la mayoría de los tipos de cáncer.
Hay otro factor que también puede influir. Si comes muchos alimentos que contienen azúcar, probablemente no estés comiendo suficientes alimentos buenos.
Si eres mujer, no consumas más de 25 gramos de azúcar añadido al día, lo que equivale aproximadamente a seis cucharaditas de azúcar; los hombres no deben consumir más de 36 gramos o 9 cucharaditas. Ambos sexos deben prestar atención a las etiquetas nutricionales de los alimentos preparados.
En movimiento, a menudo
Durante el tratamiento del cáncer y en los días y meses posteriores, el ejercicio puede ser lo último en lo que piense, pero mantenerse activo puede ser realmente útil. Las investigaciones demuestran que el ejercicio puede ser seguro y saludable en todas las etapas de la supervivencia al cáncer, pero lo mejor es consultar con su oncólogo para ver qué ejercicios son adecuados para usted. Aunque no pueda iniciar una rutina formal de ejercicios, el simple hecho de mover más el cuerpo puede ayudarle a mejorar su salud y bienestar de muchas maneras. Los beneficios del ejercicio pueden incluir:
- Facilidad para conciliar y mantener el sueño
- Capacidad para realizar las actividades cotidianas normales
- Mejora del apetito
- Aumento de la energía
- Mejor inmunidad
- Mejora de la fuerza muscular y la salud ósea
- Menos efectos secundarios o menos molestos
- Menor riesgo de experimentar los efectos de la depresión y la ansiedad.
Mantenerse físicamente activo también puede ayudarle a mantener un peso saludable, a conservar un corazón sano y fuerte y a reducir el riesgo de padecer otros problemas de salud.
¿Quieres ser más activo físicamente? Empiece poco a poco. Puede ir aumentando con el tiempo, a medida que su cuerpo se acostumbre a la actividad. La Sociedad Americana contra el Cáncer recomienda que los supervivientes de cáncer hagan entre dos horas y media y cinco horas de ejercicio a la semana, que pueden dividirse en partes más pequeñas. Las investigaciones indican que el tai chi también puede ser muy útil para los supervivientes de cáncer.
Preste atención a su salud mental
Cuando uno se enfrenta a una enfermedad como el cáncer, que afecta a la salud en general, es natural centrarse en los síntomas físicos, pero la salud mental es igual de importante. Es de esperar que sienta una amplia gama de emociones tras recibir el diagnóstico de cáncer y durante el tratamiento. Los sentimientos de estrés, ansiedad, depresión, soledad e ira son comunes entre los supervivientes de cáncer.
Para estar sano y tener la fuerza necesaria para seguir el tratamiento, también hay que cuidarse mentalmente. Si se siente abrumado, hable con su equipo médico. Pueden ofrecerte consejos y recursos para ayudarte a sobrellevar la situación, incluida la posibilidad de ponerte en contacto con grupos de apoyo.
Los grupos de apoyo, como los que se ofrecen en RMCC, desempeñan un papel especialmente importante a la hora de ayudar a los supervivientes de cáncer a afrontar los retos de salud mental con mayor facilidad. Relacionarse con otras personas que padecen cáncer y viven circunstancias similares puede ayudarle a sentirse menos solo al compartir y aprender técnicas para salir adelante.
También pueden resultarte útiles otros mecanismos de afrontamiento:
- Sesiones de terapia para hablar de sus experiencias
- Meditación
- Yoga
- Actividades creativas como arte, danza, poesía y manualidades
- Paseos por la naturaleza
Da prioridad a todo tu ser: física, mental y emocionalmente. Y pide ayuda cuando la necesites. Está lista y esperándote.
En RMCC, su salud es nuestra prioridad, desde el diagnóstico hasta la recuperación y más allá. Consulte nuestra biblioteca de recursos para supervivientes de cáncer.