Autor: Gregory Britt, MD
Imagina ver a tres hombres disfrutando de un día en el parque. Steven tiene 22 años y está listo para correr alrededor del lago. Dave, el padre de Steven, de 48 años, se queda para hablar con Vince, el abuelo de Steven, de 84 años. ¿Cuál de estos tres hombres tiene más probabilidades de que le diagnostiquen cáncer de testículos? ¿Steven, Dave o Vince?
Si ha adivinado que era Steven, está en lo cierto. Aunque podamos pensar que el cáncer es una enfermedad que nos afecta sobre todo en la mediana edad y la tercera edad, el cáncer testicular es diferente. Según el Instituto Nacional del Cáncer, es más frecuente en hombres de 20 a 34 años.
Afortunadamente, el cáncer de testículo es relativamente poco frecuente. Alrededor de 1 de cada 250 hombres será diagnosticado de cáncer de testículo en algún momento de su vida. También se puede sobrevivir, ya que el riesgo de muerte por cáncer de testículo es de aproximadamente 1 de cada 5.000 hombres. No obstante, la detección precoz sigue siendo un elemento clave para el éxito del tratamiento.
"Muchos tipos de cáncer testicular pueden extenderse rápida y ampliamente por todo el cuerpo", dijo el Dr. Gregory Britt, oncólogo médico y hematólogo de Rocky Mountain Cancer Centers (RMCC). "Es esencial informar a su médico de inmediato si experimenta cualquier síntoma - especialmente bultos".
Dónde comienzan la mayoría de los cánceres de testículo
El cáncer de testículo comienza en los testículos, la parte del aparato reproductor masculino que produce y almacena el esperma. Los dos órganos cuelgan debajo del pene en un saco de piel llamado escroto. Cuando las células empiezan a multiplicarse de forma descontrolada en uno o ambos testículos, aparece el cáncer de testículo. Alrededor del 90% de los cánceres de testículo comienzan en las células germinales, las partes de los testículos que producen los espermatozoides. Hay dos tipos de cáncer de células germinales: seminomas y no seminomas.
Semonoma: un cáncer de crecimiento lento
Los seminomas, que comienzan en las células germinales, crecen lentamente y tienen menos probabilidades de hacer metástasis que otros tipos de cáncer. Cuando los tumores hacen metástasis, se extienden a otras partes del cuerpo. Se convierten en un reto más difícil de tratar que los tumores que siguen contenidos en una zona del cuerpo.
Los seminomas clásicos constituyen alrededor del 95% de los seminomas y afectan a hombres de entre 25 y 45 años. Un segundo subtipo de este tumor, el seminoma espermatocítico, es más frecuente en hombres de 65 años o más. Este tipo tiene menos probabilidades de crecer que el seminoma clásico.
Los tumores no seminomatosos se extienden más rápidamente
Al igual que los seminomas, los tumores no seminomatosos también comienzan en las células germinales, pero crecen y se extienden más rápidamente que los seminomas.
Los no-seminomas se dividen en cuatro subtipos principales:
- Coriocarcinoma - Un tipo de cáncer testicular muy raro y de rápido crecimiento.
- Carcinoma embrionario - Otro cáncer raro y de rápido crecimiento.
- Teratoma - Tumor formado por hueso, pelo o tejido dental que puede aparecer en los testículos o en cualquier otra parte del cuerpo. Los teratomas maduros rara vez se extienden y pueden ser extirpados quirúrgicamente. Los teratomas inmaduros tienen más probabilidades de extenderse. Un tercer tipo, denominado malignidad de tipo somático, es el teratoma más raro.
- Carcinoma del saco vitelino - Es un cáncer testicular común en los niños, especialmente en los lactantes. Cuando se encuentra en adultos, puede ser más difícil de tratar que en los niños.
Tumores testiculares benignos
También hay dos tipos de tumores testiculares benignos, que los médicos extirparán o vigilarán. Los primeros son tumores estromales que se originan en el tejido que sostiene los testículos. Sólo representan el 5% de los tumores testiculares en adultos, pero son cuatro veces más frecuentes en niños.
El segundo tipo, conocido como neoplasias germinales intratubulares, se desarrolla en los tubos donde se forman los espermatozoides. No suelen extenderse a menos que se vuelvan cancerosos. También conocidos como carcinomas in situ, los médicos suelen detectar este tipo de tumor durante las pruebas de fertilidad. Algunos médicos optan por limitarse a observar los carcinomas in situ y no hacer nada a menos que sigan creciendo.
¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de testículo?
Existen algunas afecciones que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer testicular. No existe un gen específico relacionado con el cáncer testicular, aunque parece que se transmite de generación en generación. Además, la edad media de diagnóstico es de dos a tres años inferior a la de la población general si un familiar de primer grado padece cáncer de testículo.
Otros factores de riesgo sonufrir de niño un testículo no descendido y una lesión no cancerosa conocida como neoplasia de células germinales in situ (GCNIS), anteriormente conocida como carcinoma in situ.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de testículo?
Los hombres que notan síntomas de cáncer testicular esperan una media de cinco meses antes de acudir al médico. Según la Urology Care Foundation, durante ese tiempo el tumor puede extenderse a otras partes del cuerpo, lo que dificulta su tratamiento y, en última instancia, reduce las probabilidades de supervivencia.
Informe a su médico inmediatamente si siente alguno de estos cuatro signos de cáncer testicular:
- Sensación de pesadez en el escroto
- Dolor sordo en la ingle, los testículos o el escroto
- Un bulto o inflamación indolora en el testículo
- Hinchazón repentina del escroto
¿Cuánto tiempo se puede vivir con cáncer de testículo sin tratamiento?
Si no se detecta, el cáncer testicular puede extenderse a otras partes del cuerpo, como el cerebro, los pulmones y el hígado. Cuando cualquier tipo de cáncer se propaga por el cuerpo, incluido el cáncer de testículo, puede causar complicaciones que pueden ser mortales en cuestión de meses, incluso con tratamiento.
¿Cuáles son los tratamientos más eficaces para el cáncer de testículo?
Afortunadamente, existen tratamientos eficaces para la mayoría de los tipos de cáncer testicular, sobre todo cuando se combinan con un diagnóstico precoz. En primer lugar, los médicos determinan de qué tipo de cáncer se trata, en qué estadio se encuentra y si se ha extendido. Solicitan exploraciones diagnósticas, como radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas. También pueden realizar biopsias y análisis de sangre.
En función de sus resultados, los médicos recomendarán uno o varios de los cinco tipos de tratamiento diferentes:
- Quimioterapia - Consiste en utilizar fármacos que destruyen las células cancerosas o impiden su división. Los fármacos pueden administrarse por vía oral o inyectarse en venas o músculos.
- Quimioterapia de alta dosis con trasplante de células madre - Dado que la quimioterapia de alta dosis daña las células sanas, los trasplantes de células madre se utilizan para reemplazar las células formadoras de sangre.
- Radioterapia: consiste en atacar las células cancerosas con rayos X u otro tipo de radiación.
- Cirugía: implica la extirpación del testículo afectado y, a menudo, de algunos de los ganglios linfáticos.
- Vigilancia - En ciertos tipos de cáncer testicular y carcinoma in situ del testículo, los médicos recomiendan posponer el tratamiento hasta que sea necesario.
El RMCC ofrece tratamientos integrales para el cáncer de testículo
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