Para Kathy T., de 68 años, superviviente de un cáncer de mama, la pregunta "¿Volverá mi cáncer?" ya no ocupa sus pensamientos muy a menudo. Y su respuesta podría sorprenderle: "Probablemente, si vivo lo suficiente", dice. "Pero eso podría ser dentro de 30 años".
La actitud de Kathy puede parecer chocante para alguien a quien se le ha diagnosticado un cáncer de mama triplemente positivo en fase 3 que ha hecho metástasis en sus ganglios linfáticos cuando se le descubrió en 2017. Sin embargo, su actitud optimista refleja tanto los enormes avances en el tratamiento del cáncer como un enfoque positivo y humorístico de la vida.
"Tienes que divertirte con ello", dice sobre la vida con cáncer. "Si no puedes divertirte con él, te quitará la vida antes de morir".
Eso no quiere decir que la paciente de cáncer de mama de Colorado haya sido siempre positiva durante su tratamiento contra el cáncer en Rocky Mountain Cancer Centers. En ocasiones, se sintió temerosa y "humillada", pero Kathy tiene una habilidad única para descomponer situaciones aparentemente negativas hasta encontrar lo positivo en ellas. Además, tiene mucho a su favor:
- La fe en la competencia y la compasión de su médico oncológico y sus enfermeras
- Increíble apoyo de su familia
- Sed de conocimientos sobre su cáncer de mama y su tratamiento
Confianza en su equipo de atención al cáncer en Rocky Mountain Cancer Centers
El proceso de tratamiento personalizado del cáncer al que se sometió Kathy no fue sencillo, ni fácil. Se sometió a una lumpectomía y a la extirpación quirúrgica de los ganglios linfáticos cancerosos. También se sometió a quimioterapia y radioterapia. Ahora, un año después de completar todo eso, toma dos medicamentos de terapia dirigida contra el cáncer, que continuará durante cinco años con un seguimiento regular.
"Mi médico es un hombre increíblemente amable", dice Kathy de su oncólogo en Rocky Mountain Cancer Centers. "Estaba segura de que haría todo lo posible y confiaba en él".
La fe de Kathy en sus proveedores de servicios médicos se extendió a numerosas enfermeras que la apoyaron durante sus numerosos tratamientos. "Animaría a los pacientes con cáncer a hablar con sus enfermeras, a no guardarse nada", dijo. "Me dieron los mejores consejos sobre todo. Pequeños trucos, pequeños consejos, cosas diminutas que marcaron la diferencia... Todo lo que dijeron que ayudaría, lo hizo".
Increíble apoyo familiar
Para una madre de cinco hijos y abuela de 10, el apoyo de su familia - y el amor para su familia- ha sido esencial para Kathy. Mientras les contaba a sus nietos su diagnóstico de cáncer de mama (y respondía a sus muchas preguntas) se sentaron juntos y ataron una manta de lana. En ese momento, ella pudo tranquilizarlos con información sincera y su propia actitud tranquila. Más tarde, cuando acudió a los tratamientos de quimioterapia, la tranquilizaron: Envuelta en la manta de lana que habían atado, se sentía "envuelta en su amor".
Su marido la apoyó de innumerables maneras a lo largo de su calvario, algunas de las cuales le hicieron reír y otras le hicieron poner mala cara. Aunque era divertido ir a la peluquería con él y hacerse peinados a juego cuando le volvía a crecer el pelo después de la quimioterapia, era "humillante" que necesitara que él la bañara cuando los efectos secundarios de la quimioterapia le impedían hacerlo ella misma.
Dado que una de las hijas mayores de Kathy tiene muchas discapacidades y ha necesitado cuidados durante toda su vida, Kathy tiene una perspectiva muy clara de toda la experiencia. El cuidado de su hija, explica Kathy, "me marcó muchas prioridades".
Los propios padres de Kathy "murieron pronto", dice Kathy. "Ya he sobrevivido a ambos, así que he pensado que cada día que pasaba de la edad de sus muertes era un regalo".
El conocimiento es poder: Comprender su enfermedad y el tratamiento del cáncer de mama
Antes de que le diagnosticaran el cáncer de mama, "pensaba que el cáncer de mama era un cáncer de mama", resume Kathy. "No sabía la diferencia entre nada. Cuando descubrí que era triple positivo, me dio miedo. Pero fue un gran descubrimiento cuando supe que los nuevos tratamientos pueden curarlo, o al menos contenerlo. Tengo una amiga que lleva 14 años con HER2 positivo. Toma Herceptin cada dos semanas y no ha tenido ningún crecimiento. Fue muy alentador".
Así que Kathy trató de comprender su cáncer intelectualmente y descubrió que no era sólo la información alentadora lo que reforzaba su optimismo. El mero hecho de comprender el diagnóstico y el tratamiento del cáncer y lo que le esperaba fue suficiente para ayudarla a salir adelante.
"El mayor temor es no saber lo que te espera. ¿Qué es la quimioterapia?" "¿Qué significa esto?" Investigué mucho y recibí diferentes opiniones. Necesitaba encontrar mi propio camino. Obtuve información a cada paso del camino y aprender poco a poco me ayudó".
Hoy en día es bastante raro que Kathy se pregunte "¿volverá mi cáncer?". Hoy en día, Kathy se centra en los planes de futuro con su marido, sus hijos y sus nietos. "Al empezar, siempre esperé mejorar. Nunca pensé en morir por ello. Considero que el cáncer de mama ha quedado atrás".
Los avances en el tratamiento del cáncer han hecho que muchos cánceres que antes eran mortales se puedan curar o al menos tratar con medicina de precisión. Más información sobre la terapia molecular dirigida.