El linfoma no hodgkiniano es un tipo de cáncer de la sangre que se desarrolla en el sistema linfático, parte del sistema inmunitario. Las células linfocitarias, un tipo de glóbulo blanco, empiezan a cambiar debido a una mutación del ADN. De los más de 70 subtipos de linfoma no Hodgkin, el linfoma difuso de células B grandes y el linfoma folicular son los más frecuentes. Más información sobre los distintos tipos de linfoma no Hodgkin.
Aún se desconoce el motivo de la alteración del ADN de los linfocitos. Sin embargo, puedes buscar los síntomas y hablar con tu médico para que te haga más pruebas.
Más información en nuestro blog: Presta atención a tus ganglios linfáticos para detectar signos de cáncer
¿Cuáles son los síntomas del linfoma no hodgkiniano?
La mejor forma de obtener un diagnóstico lo antes posible es hablar abiertamente con su médico sobre cualquier cosa fuera de lo normal. Concierte una cita con su médico de atención primaria para que evalúe cualquiera de los siguientes aspectos:
- Ganglios linfáticos inflamados en el cuello, las axilas o la ingle que no están relacionados con una infección vírica, como un resfriado o la gripe, y que no desaparecen por sí solos al cabo de una o dos semanas.
- Dolor de estómago o hinchazón del abdomen.
- Dolor torácico, tos o dificultad para respirar que no están relacionados con una infección vírica como el coronavirus o la gripe.
- Fatiga que no desaparece con el reposo
- Fiebre sin motivo conocido.
- Sudores nocturnos que no están específicamente relacionados con la menopausia
- Pérdida de peso involuntaria
Pueden ser signos de muchas afecciones diferentes, pero es importante averiguar cuál es. Aunque no se trate de un linfoma, puede haber un plan de tratamiento para que superes estos problemas.
Lo más probable es que tu médico te haga algunos análisis de sangre. Si en los resultados hay indicios de que podría tratarse de un linfoma, el siguiente paso será programar una consulta con un hematólogo/oncólogo.
Si su médico sospecha una afección sanguínea, un hematólogo/oncólogo confirmará el diagnóstico
El especialista en trastornos de la sangre y cáncer, incluido el linfoma, no sólo le preguntará por sus síntomas, sino que también revisará sus análisis de sangre y repasará sus antecedentes personales, entre ellos:
- Edad: la mayoría de los linfomas no hodgkinianos se desarrollan en personas mayores de 60 años, aunque algunos subtipos son más frecuentes en personas jóvenes.
- Raza: las personas de raza blanca tienen más probabilidades de desarrollar un linfoma no hodgkiniano que las de raza negra o asiática.
- Antecedentes familiares de linfoma no Hodgkin u otros cánceres
- Exposición a sustancias químicas o fármacos específicos, especialmente benceno, herbicidas e insecticidas, y algunos fármacos de quimioterapia se toman para otros cánceres.
- Exposición a radiaciones procedentes de bombas atómicas, accidentes de reactores nucleares o radioterapia utilizada para tratar otros tipos de cáncer.
- Debilitamiento del sistema inmunitario debido a un trasplante de órganos, a una infección por VIH/sida o a enfermedades genéticas hereditarias.
- Enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide, lupus, enfermedad de Sjogren o celiaquía)
- Infecciones como el virus de Epstein-Barr, el virus linfotrópico de células T o el herpesvirus 8, o padecer una infección que provoque una actividad constante del sistema inmunitario (H-pylori o hepatitis C de larga duración).
- Obesidad
- Implantes mamarios
Biopsia: el siguiente paso si se sospecha un linfoma
Una biopsia es la única forma de confirmar con exactitud si hay un linfoma y de qué tipo es. Una biopsia suele consistir en la extirpación de un ganglio linfático o parte de él para analizarlo, sobre todo si hay alguno que muestre signos de infección.
Los tipos de biopsias utilizados para diagnosticar el linfoma no Hodgkin incluyen:
- Una biopsia excisional o incisional requiere una incisión a través de la piel para extirpar todo el ganglio linfático (biopsia excisional) o una pequeña parte de un tumor o ganglio linfático (biopsia incisional). Es el tipo de biopsia más frecuente. Los ganglios linfáticos que están justo debajo de la piel se extirpan fácilmente con anestesia local. Si el ganglio afectado está en el interior del cuerpo, se le sedará por completo.
- Las biopsias por aspiración con aguja son menos invasivas, pero pueden no extraer suficiente tejido para diagnosticar un linfoma no Hodgkin o determinar su tipo, por lo que es posible que necesite una biopsia por escisión de seguimiento. En la biopsia por aspiración con aguja fina se utiliza una aguja muy fina y hueca conectada a una jeringa para extraer una pequeña cantidad de tejido de un ganglio o tumor. Una biopsia por punción con aguja gruesa utiliza una aguja más grande que puede extraer una muestra de tejido mayor.
- La biopsia y aspiración de médula ósea utiliza una aguja que se inserta en el hueso de la cadera para extraer una muestra de tejido de la médula ósea. Este tipo de biopsia se utiliza para determinar si el linfoma no hodgkiniano se ha extendido a la médula ósea.
El análisis de muestras de biopsia proporciona respuestas al hematólogo
Todo lo que se extrae durante una biopsia se analiza en un laboratorio. El tamaño, la forma y la disposición de las células observadas al microscopio pueden mostrar si existe un linfoma no Hodgkin y cuál es su tipo. Además de las muestras de biopsia, otras pruebas de laboratorio pueden proporcionar más información diagnóstica y ayudar a planificar el tratamiento. Estas pruebas pueden determinar el tipo de linfoma mediante la búsqueda de proteínas específicas en el interior o en la superficie de las células cancerosas.
- La citometría de flujo y la inmunohistoquímica analizan muestras de biopsia tratadas con anticuerpos que se adhieren a proteínas específicas de las células cancerosas. La inmunohistoquímica utiliza un microscopio para determinar si los anticuerpos están adheridos a las células. La adhesión de anticuerpos también puede determinarse mediante una máquina de citometría de flujo.
- El análisis de los subconjuntos de linfocitos suele realizarse para diagnosticar el linfoma no Hodgkin porque la mayoría de los linfomas no Hodgkin crecen a partir de linfocitos B. Los linfocitos B y T son tipos de células del sistema inmunitario que se producen en la médula ósea y se encuentran en la sangre y el tejido linfático. Los tipos de linfoma no Hodgkin que tienen células B incluyen el linfoma difuso de células B grandes, el linfoma folicular, el linfoma de células del manto y el linfoma de Burkitt. Las células T son un linfocito que ayuda a eliminar la materia extraña que ha invadido el cuerpo.
Después de un diagnóstico de linfoma no hodgkiniano: ¿Qué ocurre después?
La buena noticia es que el linfoma no hodgkiniano, especialmente cuando se detecta precozmente, tiene un alto índice de éxito en el tratamiento. Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, el tipo de linfoma influye en la probabilidad general de supervivencia a cinco años: el linfoma folicular tiene una tasa de supervivencia relativa del 97% cuando se detecta precozmente. El linfoma difuso de células B grandes tiene una tasa de supervivencia relativa del 73% cuando se detecta precozmente y permanece localizado.
Para comprender plenamente si el cáncer está localizado o se ha extendido a otras zonas del cuerpo, serán necesarias pruebas adicionales.
Más información sobre qué hacer tras un diagnóstico de linfoma.
Pruebas utilizadas para la estadificación del linfoma no hodgkiniano
Existen varios tipos de pruebas que pueden utilizarse, aunque es posible que no las necesites todas, para determinar el alcance del linfoma. Los resultados de estas pruebas influirán directamente en el estadio y en los tipos de tratamientos necesarios.
- Las radiografías de tórax identifican ganglios linfáticos inflamados en la zona torácica.
- Puede realizarse una punción lumbar para comprobar si el cáncer ha invadido el líquido que rodea la médula espinal y el cerebro o si el médico cree que puede haberse extendido al cerebro. Se utiliza una pequeña aguja para extraer líquido del conducto raquídeo.
- Tomografía computarizada o resonancia magnética para obtener imágenes detalladas de los tejidos blandos del cuerpo. Se utiliza si el médico cree que el linfoma no hodgkiniano se ha extendido al cerebro o la médula espinal.
- La tomografía por emisión de positrones (PET) incluye la inyección de una sustancia radiactiva que resalta zonas de cáncer que no pueden verse de ninguna otra forma. Es especialmente útil para determinar si un ganglio agrandado es canceroso o sólo tejido cicatricial.
- Se puede realizar una gammagrafía ósea si tienes dolor de huesos o los resultados de las pruebas sugieren que el linfoma no hodgkiniano se ha extendido a los huesos.
- Los análisis de sangre por sí solos no pueden diagnosticar el linfoma no Hodgkin, pero ayudan a indicar la extensión del cáncer. Estos análisis incluyen un hemograma completo para determinar si el linfoma no hodgkiniano se ha extendido a la médula ósea. Otros análisis de sangre indican si los riñones y el hígado funcionan correctamente y si estás infectado por otros virus que podrían afectar al tratamiento.
Elección del hematólogo adecuado para el tratamiento del linfoma
El linfoma no Hodgkin es una enfermedad compleja, pero responde al tratamiento. Existen múltiples opciones de tratamiento, y aún hay más en camino gracias a la investigación clínica. En la mayoría de los casos, el hematólogo que diagnosticó el linfoma es también el proveedor de atención oncológica. En Rocky Mountain Cancer Centers, contamos con oncólogos hematólogos especializados en linfoma que buscan el mejor plan de tratamiento para cada paciente.
"Me siento afortunado todos los días. Sé que no todo el mundo es tan afortunado. Podría tratarse del sentimiento de culpa del superviviente. Pero yo soy increíblemente afortunada por mi diagnóstico [de estadio IV]. Trato cada día como si fuera oro por lo que he pasado".
Anna McCree
Superviviente de un linfomaSolicite una cita con uno de nuestros especialistas en linfoma de Colorado si su médico le recomienda que acuda a un especialista de la sangre para un diagnóstico más exhaustivo.