Comer bien durante la radioterapia

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Comer bien durante la radioterapia

Muchos pacientes de cáncer necesitan radioterapia como parte de su plan de tratamiento. Aunque es muy eficaz para destruir las células cancerosas, también puede ser muy perjudicial para el organismo. Por suerte, hay cosas que puedes hacer para mantenerte lo más fuerte y sano posible mientras recibes todos los tratamientos contra el cáncer, pero especialmente la radioterapia. 

Una de las mejores cosas que puede hacer por sí mismo es mantener una dieta sana. Lo que alimente a su cuerpo puede influir en gran medida en el funcionamiento y la curación de su organismo durante el tratamiento y una vez finalizado éste. Veamos lo que necesita saber sobre la nutrición durante la radioterapia.

La radioterapia y sus efectos en el organismo

Como ocurre con otros tratamientos contra el cáncer, la radioterapia puede provocar efectos secundarios. Algunos efectos secundarios, como la fatiga, son comunes en la mayoría de los pacientes. Otros, sin embargo, son más específicos de la zona del cuerpo que está recibiendo tratamiento. Por ejemplo, si está recibiendo tratamiento para un tipo de cáncer de cabeza y cuello, la radioterapia puede provocarle dificultades para comer, ya que afecta a la región de la garganta y/o la boca. O, si está recibiendo radioterapia en la zona pélvica, puede experimentar problemas estomacales, como náuseas, gases o diarrea. Por todo ello, las necesidades nutricionales pueden variar algo de un paciente a otro. 

Cuando se producen estos efectos secundarios, muchos pacientes pierden el apetito y dejan de ingerir nutrientes importantes. En última instancia, esto puede hacer que te sientas aún más débil y cansado. Por eso es fundamental seguir una dieta equilibrada incluso cuando no se tienen muchas ganas durante la radioterapia. Los alimentos adecuados, como las proteínas magras y las grasas saludables, pueden marcar una gran diferencia a la hora de nutrir tu cuerpo y darte más energía. 

Consejos de nutrición para pacientes de radioterapia

Puede parecer un reto ajustar su dieta, pero merecerá la pena, ya que hacer ciertos cambios puede ayudarle mucho mientras se recupera de la radioterapia. Vea este vídeo para conocer las recomendaciones habituales para comer bien durante la radioterapia.

 

Aumenta las proteínas y las grasas saludables para sentirte fuerte

Seguir una dieta rica en proteínas y grasas saludables puede ser muy beneficioso durante la radioterapia. Las proteínas ayudan a mantener la masa muscular y favorecen la cicatrización de los tejidos, mientras que las grasas saludables ayudan a reducir la inflamación y favorecen la función celular. Todo esto es ideal para alguien que está recibiendo radioterapia.

A la hora de aumentar la cantidad de proteínas que consume, intente consumir alimentos como huevos, mantequilla de frutos secos, productos lácteos, carne, aves y pescado. En cuanto a las grasas, es importante saber que no todas son iguales. Asegúrese de elegir alimentos que contengan grasas insaturadas, ya que son las más saludables de todos los demás tipos de grasas. Esto incluye opciones como el aceite de oliva, los aguacates, los frutos secos, las semillas y el lino.

Consulte nuestro blog de recetas fáciles de preparar y nutritivas para pacientes con cáncer. 

Añade más carbohidratos para tener energía

Durante la radioterapia, es probable que se sienta bajo de energía. Los hidratos de carbono complejos (carbohidratos) pueden darle ese impulso de energía que su cuerpo necesita. Como regla general, es mejor evitar los carbohidratos procesados que no ofrecen mucho valor nutricional. En su lugar, intente obtener los hidratos de carbono de fuentes saludables como frutas, verduras y cereales integrales. 

Intentar no perder peso

Su médico puede recomendarle que aumente su ingesta calórica mientras se somete a radioterapia por un par de razones diferentes. 

  1. Una dieta más rica en calorías proporciona al organismo la energía que necesita para mantener la salud y el crecimiento de los tejidos. 
  2. Más calorías le ayudarán a mantener mejor un peso ideal durante el tratamiento. 

Puede que no te apetezca comer, pero es importante. Intenta encontrar cosas que te gusten y que no sean alimentos procesados, calorías vacías procedentes del azúcar o comida rápida, si es posible.

Manténgase hidratado

Con el aire seco de Colorado, mantenerse hidratado es un reto constante para todos. Pero cuando se está sometiendo a radioterapia, hay momentos en los que puede resultarle difícil tragar, o simplemente no tiene ganas de comer ni beber. 

Mantenerse hidratado potencia la energía, el funcionamiento de los órganos, la cicatrización y combate la fatiga. Además del agua, otras formas de hidratarse son los zumos, los caldos, las bebidas para deportistas y los polos.

Los suplementos de vitaminas y minerales pueden ayudar a sanar

Ciertas vitaminas y minerales pueden ayudar al organismo a sanar y reforzar el sistema inmunitario. Es posible que pueda obtener las vitaminas y minerales adecuados sólo a través de la dieta, pero su médico puede recomendarle algunos suplementos para ayudar a aumentar los niveles. Antes de empezar a tomar nuevas vitaminas o suplementos, asegúrese de hablar con su médico. 

Cómo alimentarse cuando no se tienen ganas de comer

Hay momentos en los que no te apetece comer. Para ayudarte, aquí tienes algunos consejos para nutrir tu cuerpo incluso cuando no te apetezca. 

  • Haz comidas pequeñas y frecuentes. Si su apetito es mínimo o si no le apetece una comida copiosa, pruebe a hacer comidas pequeñas y frecuentes. Tener tentempiés a mano, por ejemplo en el coche o en el bolso, es una buena forma de asegurarte de que tienes algo pequeño a mano cuando tengas hambre. 
  • Utiliza proteína en polvo en batidos y bebidas. Las proteínas en polvo son una forma estupenda de ingerir calorías y nutrientes adicionales. Puede ser más fácil beber algo cuando el apetito es mínimo que intentar comer una comida copiosa. 
  • Incorpore alimentos más blandos. Cuando la boca o la garganta son la zona de tratamiento, la radiación puede provocar llagas en la boca y otros efectos secundarios que dificultan la ingesta de alimentos. Alimentos como los batidos y los caldos son opciones más suaves que te permiten obtener los nutrientes que necesitas en los momentos en que masticar resulta difícil. 
  • Comparte una comida con amigos. Utilizar la hora de comer como un momento para reunirse con amigos puede motivarle a comer y hacer que toda la experiencia sea más divertida. Tanto si os reunís en casa, en un restaurante o en el parque, la distracción de socializar puede ayudar a desviar tu atención de la comida, permitiéndote relajarte un poco más a la hora de comer. 

Alimentos que deben evitarse durante la radioterapia

No es infrecuente que el tratamiento provoque molestias digestivas, como náuseas y diarrea, en los pacientes sometidos a radioterapia. Para minimizarlo en la medida de lo posible, se recomienda evitar los alimentos que puedan interferir en la digestión durante la radioterapia. Esto incluye especialmente los alimentos picantes, ya que pueden exacerbar aún más este efecto secundario. Si sabe que hay algún alimento que suele causarle molestias estomacales, es mejor que lo evite (o que al menos lo consulte primero con su médico).

Aunque su médico o asesor nutricional puede darle recomendaciones específicas, hay algunos alimentos generales que deben evitarse durante la radiación, entre ellos: 

  • Exceso de sal
  • Azúcares refinados 
  • Exceso de alcohol
  • Grasas saturadas y grasas trans

Si hay algún alimento que quieres comer pero no estás seguro, no dudes en pedir consejo a tu médico. 

Más consejos útiles para la radioterapia localizada 

Cuando se administra radiación a determinadas partes del cuerpo, pueden surgir algunos problemas específicos. Las siguientes sugerencias pueden resultarle útiles si recibe radioterapia en la región de la cabeza y el cuello o en la zona pélvica. 

Consejos alimentarios para la radioterapia del cáncer de cabeza y cuello 

La radiación administrada para tratar los cánceres de cabeza y cuello puede dificultar la ingesta de alimentos. Los efectos secundarios pueden incluir sequedad de boca, llagas, náuseas, pérdida del gusto o un sabor metálico, o dificultad para masticar y tragar. Para aliviar estos incómodos efectos secundarios, tenga en cuenta: 

  • Comer alimentos suaves y blandos que no irriten la boca.
  • Utilizar salsas para humedecer los alimentos.
  • Evitar los alimentos picantes o las frutas ácidas, como las naranjas o el pomelo, que pueden inflamar las llagas.
  • Utilizar vajilla de plástico en lugar de cuchillos, tenedores o latas de metal.
  • Aumentar la saliva chupando polos o pastillas. 
  • Enjuagarse la boca cada cuatro o seis horas para mayor comodidad y limpieza palatina entre comidas. (Un enjuague bucal sin alcohol o una solución de agua y bicarbonato son buenas opciones. Tu médico o dentista puede ayudarte a determinar qué puede funcionar mejor en tu caso).

Si tienes demasiada mucosidad en la garganta, haz gárgaras con agua salada templada y bebe líquidos a sorbos a lo largo del día. También te pueden ayudar las infusiones calientes para aclarar la garganta y aliviar las náuseas. Para obtener calorías adicionales, considere la posibilidad de tomar bebidas deportivas o de nutrición terapéutica.

El médico puede recomendar una sonda de alimentación temporal si el atragantamiento o la incapacidad para comer, beber o tragar se convierten en un problema.

La radiación en la zona pélvica puede provocar efectos secundarios que afecten a sus hábitos alimentarios

A veces, la radioterapia administrada en la región pélvica puede provocar cambios en los intestinos o inflamación de la vejiga. Entre los posibles efectos secundarios se incluyen hinchazón, dificultad para orinar, diarrea o estreñimiento e irritación o picor rectal (proctitis). Para minimizar las complicaciones tras el tratamiento del cáncer colorrectal, de próstata o ginecológico, póngase en contacto con su equipo asistencial para obtener recomendaciones y las mejores prácticas.

Para ayudar a reducir la hinchazón y los gases:

  • Comer despacio y masticar bien los alimentos
  • Evitar el chicle y las bebidas gaseosas
  • Limitar los alimentos que producen gases, como las coles de Bruselas, la col, las judías y algunos edulcorantes artificiales, como el sorbitol, el aspartamo y la estevia.

Para tratar problemas de vejiga:

  • Beber mucho líquido
  • Evitar el consumo de cafeína y alcohol
  • No coma alimentos picantes
  • Evitar el consumo de tabaco

Si padece deposiciones frecuentes y acuosas:

  • Reponer líquidos a lo largo del día
  • Evitar la cafeína y el alcohol
  • Comer más fibra soluble, como boniatos, zanahorias, avena, manzanas sin piel y plátanos.
  • Hable con su médico si la diarrea no mejora

En caso de estreñimiento:

  • Beber de ocho a diez vasos de líquido al día
  • Establecer la regularidad comiendo e intentando defecar a una hora determinada.
  • Seleccione alimentos ricos en fibra, como cereales de salvado, palomitas de maíz y frutas y verduras con piel.
  • Hacer un poco de ejercicio para mejorar la regularidad
  • Póngase en contacto con su médico si no puede defecar durante tres o más días; utilice laxantes sólo si se lo recomienda un médico.

Minimizar la inflamación del recto (proctitis):

  • Evitar la cafeína
  • Evitar los alimentos picantes, ácidos y grasos durante los episodios de diarrea.
  • Si la intolerancia a la lactosa puede ser un factor, intenta cambiar a formas alternativas de leche.

Asesoramiento nutricional para pacientes de radioterapia en el RMCC

En Rocky Mountain Cancer Centers, entendemos que seguir una dieta equilibrada y nutritiva es importante para que su cuerpo luche contra el cáncer y se mantenga fuerte durante el tratamiento y una vez finalizado éste. Por eso RMCC cuenta con muchos servicios de apoyo para ayudarle a obtener el máximo beneficio de su radioterapia. Hable con su equipo de atención sobre los recursos disponibles que incluyen un blog de nutrición, talleres nutricionales y mucho más. 

Si la radioterapia es parte de su plan de tratamiento recomendado, solicite una consulta con uno de nuestros especialistas en cáncer en Colorado, incluyendo el área de Denver, Colorado Springs, Boulder, y en todo el Front Range.

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