Cuando se trata de cánceres femeninos, el de mama recibe mucha atención. Es comprensible: aparte del cáncer de piel, el de mama es el más frecuente entre las mujeres estadounidenses y representa alrededor del 30% de los nuevos cánceres que se producen cada año. Sin embargo, no es el único cáncer que afecta a las mujeres.
Loscánceres ginecológicos comienzan en el aparato reproductor femenino. Dos de los tipos más comunes son el cáncer de ovario y el de útero. Los cánceres uterinos incluyen el cáncer de endometrio y el sarcoma uterino, siendo el primero más frecuente. Veamos con más detalle el cáncer de ovario, el cáncer de endometrio y el sarcoma uterino.
Cáncer de ovario
El cáncer de ovario se origina en los ovarios o en las cercanas trompas de Falopio. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), es el segundo cáncer ginecológico más frecuente después del de útero (más información sobre este último más adelante).
Muchos factores de riesgo del cáncer de ovario están fuera de su control. Por ejemplo, el riesgo de padecer cáncer de ovario aumenta con la edad; la mayoría de los casos se producen después de la menopausia. Otros factores de riesgo son:
- Ciertas mutaciones genéticas. Los cambios en los genes BRCA1 o BRCA2 o en los genes relacionados con el síndrome de Lynch, pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de ovario.
- Exceso de peso. El sobrepeso o la obesidad pueden aumentar el riesgo.
- Antecedentes familiares. Es más probable que desarrolle un cáncer de ovario si un pariente cercano, como su madre o su hermana, lo ha padecido.
- Haber tenido ciertos cánceres. Tienes un mayor riesgo de padecer cáncer de ovario si has tenido cáncer de mama, colorrectal o de útero.
- No haber dado a luz nunca. No llevar nunca un embarazo a término o completar un primer embarazo a término después de los 35 años puede aumentar el riesgo.
- Terapia hormonal sustitutiva. Tomar estrógenos o progesterona después de la menopausia puede aumentar el riesgo.
Los síntomas del cáncer de ovario pueden ser algo imprecisos. El sangrado vaginal después de la menopausia es un signo significativo. Otros son:
- Dolor abdominal
- Flujo vaginal anormal
- Dolor de espalda
- Hinchazón
- Estreñimiento
- Necesidades frecuentes de orinar
- Dolor o presión pélvica
- Sensación de saciedad inusualmente rápida al comer
Si le diagnostican cáncer de ovario, su equipo de oncología creará un plan de tratamiento basado en el tipo de tumor que tenga, el estadio del cáncer, su estado de salud general, etc. Las pacientes con cáncer de ovario suelen someterse a una intervención quirúrgica para extirpar el tumor. Muchas pacientes también reciben quimioterapia. La quimioterapia para el cáncer de ovario suele consistir en una terapia combinada, es decir, dos medicamentos que se administran simultáneamente, según la Sociedad Americana del Cáncer. Normalmente, las pacientes reciben estos medicamentos por vía intravenosa. En algunos casos, las mujeres con cáncer de ovario pueden beneficiarse de terapia hormonal, terapia dirigidao radioterapia.
Cáncer de endometrio
El cáncer de útero afecta a más mujeres que cualquier otro cáncer ginecológico. El cáncer de endometrio es la forma más común de cáncer uterino (el otro es el sarcoma uterino). Como su nombre indica, el cáncer de endometrio comienza en el endometrio, que es el tejido que recubre el útero.
El riesgo de padecer cáncer de endometrio es mayor si se ha padecido cáncer de mama o de ovario. El cáncer de endometrio comparte ciertos factores de riesgo con el cáncer de ovario, como la obesidad, el uso de terapia hormonal sustitutiva (sólo estrógenos) después de la menopausia, ciertas mutaciones genéticas y no haber dado nunca a luz. También es más probable desarrollar un cáncer de endometrio si un pariente cercano lo ha padecido. Otros factores que pueden aumentar su riesgo son
- Hiperplasia endometrial. La hiperplasia endometrial es un engrosamiento anormal del endometrio.
- Síndrome metabólico. Este grupo de factores de riesgo incluye un alto nivel de azúcar en la sangre, presión arterial alta, niveles de colesterol poco saludables y un gran perímetro de cintura.
- Tamoxifeno. Tomar este medicamento para tratar o prevenir el cáncer de mama puede aumentar el riesgo de cáncer de endometrio.
- Diabetes de tipo 2. Esta enfermedad crónica común es un factor de riesgo para el cáncer de endometrio.
El sangrado vaginal anormal es el síntoma más común del cáncer de endometrio. Otros síntomas son:
- Dificultad o dolor al orinar
- Dolor durante el sexo
- Dolor pélvico
En muchos casos, los médicos detectan y diagnostican el cáncer de endometrio de forma precoz, lo que suele conducir a su curación, según el Instituto Nacional del Cáncer. Varios factores, como si el cáncer está confinado en el útero o se ha extendido a otras partes del cuerpo, afectarán a su plan de tratamiento. Muchas mujeres con cáncer de endometrio se someten a una intervención quirúrgica, como la histerectomía, que consiste en la extirpación del útero y el cuello uterino. Después de la cirugía, puede ser necesaria la radioterapia externa o interna para destruir cualquier célula cancerosa restante.
Otras opciones de tratamiento son:
- QuimioterapiaNormalmente para tratar los cánceres que se han extendido más allá del útero
- La terapia hormonal, que suele utilizarse junto con la quimioterapia para tratar el cáncer avanzado
- Inmunoterapiaque puede ayudar a su sistema inmunitario a combatir el cáncer
- Terapia dirigida, que ataca a determinadas células cancerosas
Sarcoma uterino
Otro tipo de cáncer uterino, el sarcoma uterino, es mucho menos frecuente que el cáncer de endometrio. El sarcoma uterino se desarrolla en los músculos o tejidos de soporte del útero. La raza es un factor de riesgo clave para el sarcoma uterino: las mujeres afroamericanas son más propensas a desarrollar esta enfermedad que las mujeres de otras razas. Otros factores de riesgo son haber recibido radioterapia en la pelvis o haber tomado tamoxifeno para tratar el cáncer de mama.
Al igual que el cáncer de endometrio, el sarcoma uterino suele provocar un sangrado vaginal inusual, incluso después de la menopausia. Otros posibles signos de este cáncer son:
- Dolor abdominal o sensación de plenitud
- Orinar con frecuencia
- Dolor pélvico, o una masa en la pelvis que se puede sentir
- Flujo vaginal inusual sin sangre
Para decidir cómo tratar el sarcoma uterino, el equipo oncológico tendrá en cuenta el estadio y el tipo de cáncer (si se ha originado en el músculo uterino o en los tejidos de sostén). Lo más habitual es la cirugía, que suele consistir en una histerectomía.
Algunos pacientes reciben radioterapia antes o después de la cirugía o como tratamiento principal. La radioterapia o la quimioterapia antes de la intervención pueden reducir el tamaño del tumor, facilitando su extirpación. Después de la intervención, estos tratamientos pueden destruir las células cancerosas restantes. La terapia hormonal o la terapia dirigida pueden ser una opción para determinados pacientes, pero la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia siguen siendo las formas más comunes de tratamiento.
No estás solo
Independientemente del tipo de cáncer ginecológico al que se enfrente, puede contar con el equipo de Rocky Mountain Cancer Centers para que le proporcione la orientación y el apoyo que necesita para controlar los síntomas de los cánceres ginecológicos y recorrer el camino del tratamiento.