Una de las primeras preguntas que se hacen la mayoría de los pacientes tras un diagnóstico de cáncer de pulmón es: "¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento?". Es normal tener dudas sobre qué esperar, especialmente si le acaban de extirpar un tumor de pulmón y está controlando los efectos de la cirugía. Su equipo oncológico le orientará sobre lo que puede esperar y sobre las mejores formas de prevenir y controlar el mayor número posible de efectos secundarios del tratamiento.
Los efectos secundarios del tratamiento del cáncer de pulmón son diferentes en cada paciente
La mayoría de los pacientes con cáncer de pulmón reciben una combinación de múltiples tratamientos para eliminar el cáncer y destruir las células cancerosas que quedan en el organismo. Esto se conoce como plan de tratamiento personalizado porque es específico para el tipo y el estadio del cáncer de pulmón y, en algunos casos, los tratamientos también son específicos para las mutaciones genéticas encontradas en las células cancerosas.
Aunque hay efectos secundarios comunes, las reacciones de cada persona serán un poco diferentes en función de las terapias utilizadas y el momento de los tratamientos. A veces, los efectos secundarios no aparecen hasta después de varias sesiones de tratamiento. Estos efectos secundarios tienden a empeorar a lo largo del tratamiento, pero empiezan a desaparecer unas dos o tres semanas después de finalizarlo. Algunos supervivientes de cáncer de pulmón experimentan efectos secundarios del tratamiento a largo plazo que usted puede notar durante unos meses o más después del tratamiento. Asegúrese de comentar todos los efectos secundarios con su oncólogo.
Efectos secundarios comunes del tratamiento del cáncer de pulmón y consejos para afrontarlos
Aunque son de esperar, existen algunas formas de controlar los efectos secundarios que experimentan la mayoría de los pacientes durante el tratamiento del cáncer de pulmón.
Fatiga y debilidad
La fatiga es algo más que sentirse cansado. Es una sensación de agotamiento que no se arregla con una siesta. Es el resultado de varios tipos diferentes de tratamientos contra el cáncer, como la radioterapia, la quimioterapia y la terapia dirigida.
Intenta descansar más a menudo. Siéntate o túmbate varias veces al día. Coma alimentos nutritivos que puedan darle fuerza y energía. También puedes probar a hacer algo de ejercicio ligero. Puede sonar raro, pero puede reducir la fatiga. Además, no te olvides de probar nuevos métodos para ahorrar energía, como hacer la compra por Internet en lugar de ir a la tienda. Pide ayuda a familiares, amigos o a un servicio de cuidados de pago.
Dolores y molestias
Hay varias razones por las que los pacientes experimentan dolor durante el tratamiento del cáncer de pulmón. Puede estar relacionado con la cirugía. Puede tardar varias semanas o meses en recuperarse y es posible que necesite analgésicos. Dé a su cuerpo tiempo para descansar y curarse.
La radioterapia también puede producir dolor, irritación o molestias en el lugar donde se administra la radiación. Tenga cuidado con la piel, aunque no esté enrojecida ni se pele como una quemadura solar. Evite los polvos de talco porque pueden contener pequeñas partículas metálicas que agraven el dolor. Sécate suavemente después de lavarte. No frotes la zona; mantenla alejada de irritantes como perfumes, desodorantes, afeitados, tratamientos de depilación o almohadillas eléctricas.
Infección y hemorragia
Algunos tratamientos del cáncer de pulmón pueden hacerle más susceptible a infecciones y hemorragias. A continuación se indican algunas precauciones que puede tomar para reducir la probabilidad de sufrir una infección:
- Lávese las manos con regularidad.
- Evite los alimentos crudos o poco cocinados.
- Aléjate de las multitudes o de las personas enfermas.
- Mantén la boca limpia cepillándote los dientes con un cepillo suave y haciendo gárgaras con una mezcla de bicarbonato sódico y agua tibia.
- Minimiza el riesgo de cortes utilizando una afeitadora eléctrica en lugar de una cuchilla de afeitar.
También debes evitar los cortes mientras estés en tratamiento contra el cáncer porque pueden infectarse con más facilidad de lo habitual. Aquí tienes algunos consejos para reducir la probabilidad de sufrir cortes:
- No camine descalzo.
- Utilice únicamente una maquinilla eléctrica durante el tratamiento.
- Limar las uñas con una lima de uñas en lugar de cortarlas.
- Evita arrancarte los padrastros.
Tenga en cuenta que algunas infecciones pueden ser potencialmente mortales. Si tiene fiebre de más de 38 grados, llame a su oncólogo para que pueda determinar los mejores pasos a seguir.
Problemas del sistema nervioso
Se sabe que la quimioterapia afecta al sistema nervioso de varias maneras. Algunos pacientes sufren neuropatía periférica, que puede causar dolor, ardor, hormigueo, debilidad o entumecimiento en manos y pies. A continuación le ofrecemos algunos consejos útiles si experimenta este efecto secundario:
- Ten cuidado al coger algo caliente o muy frío porque es posible que no puedas sentir la temperatura de la superficie que estás tocando.
- Utilice pasamanos para estabilizarse al subir o bajar escaleras, ya que la sensibilidad en los pies puede hacerle perder el equilibrio.
- Usa zapatos cerrados sin tacón, incluso en casa. Puedes golpearte el pie y cortártelo sin darte cuenta cuando sientas los pies entumecidos.
- Levántate despacio para asegurarte de que tienes equilibrio antes de empezar a andar.
- Considere la posibilidad de programar masajes regulares, ya que esto podría ayudar a mejorar la circulación de los pies y las manos.
Otra afección que se produce debido a que los tratamientos afectan a su sistema nervioso se llama "quimiocerebro". Se trata de un tipo de niebla cerebral que puede provocar olvidos y problemas de concentración o para encontrar las palabras. Haga listas, tome notas durante las citas y trabaje con rompecabezas o crucigramas para mantener la agudeza mental. Aunque desaparece en la mayoría de los pacientes después del tratamiento, el quimiocerebro es uno de los efectos secundarios que pueden tardar un poco más en desaparecer.
Reacciones cutáneas
Durante la radioterapia pueden producirse enrojecimiento, oscurecimiento de la piel, erupciones, sequedad, descamación, dolor y descamación, especialmente en la zona de tratamiento y en el otro lado del cuerpo por donde salen los haces de radiación. Puede sentirse como una quemadura solar. Antes del tratamiento, procure mantener la piel hidratada. Puede utilizar aloe o una crema sin perfume para ayudar a que su piel se sienta mejor. Cuando esté al aire libre, protéjase del sol.
La terapia dirigida y la inmunoterapia también están a veces relacionadas con las erupciones cutáneas. Evite rascarse la erupción y hable con el equipo oncológico sobre la mejor forma de tratarla.
Dolor de garganta y llagas en la boca
Dependiendo del tipo de tratamiento, algunos pacientes pueden experimentar dificultad para tragar, sequedad de boca y/o llagas en la boca. Hay varias cosas que puede hacer para reducir las molestias:
- Come alimentos blandos y húmedos.
- Chupa caramelos duros, polos o trocitos de hielo según necesites.
- Evite los alimentos picantes, grasientos o afilados.
- Tome las bebidas a temperatura ambiente.
- Come despacio.
- Evite comer tres o cuatro horas antes de acostarse.
- Cepilla suavemente los dientes después de las comidas con un cepillo de cerdas suaves.
- Mantén la boca y los labios húmedos. Esto puede hacerse con un enjuague bucal suave y sin alcohol o con un enjuague de agua salada.
Pérdida de cabello
La caída del cabello es frecuente durante la quimioterapia contra el cáncer de pulmón. Considere la posibilidad de cortarse el pelo lo más corto posible al inicio del tratamiento. Esto suele ser más fácil que experimentar la caída del cabello más largo. Mientras aún tenga pelo, utilice champús suaves y un cepillo suave. Evite calentarse demasiado la cabeza porque puede provocar que el pelo se caiga más rápido.
Si tiene el pelo muy corto o no tiene pelo, asegúrese de tener a mano sombreros, bufandas o una peluca para mantener la cabeza cubierta, especialmente durante los meses más fríos de Colorado.
Problemas gastrointestinales
Las náuseas son un efecto secundario frecuente del tratamiento del cáncer. A veces, pueden ir acompañadas de vómitos. Hable con la enfermera de la sala de infusión sobre cómo se siente. Puede que incluso añadan un medicamento contra las náuseas a la bolsa de medicamentos que reciba. También hay medicamentos contra las náuseas que puede tomar en casa.
Los pacientes también pueden sufrir diarrea y estreñimiento. Informe a su equipo médico si la diarrea dura más de un día, ya que puede provocar deshidratación rápidamente. El estreñimiento puede aumentar el riesgo de desarrollar hemorroides u otros problemas. Para controlarlo, aumente la fibra en su dieta, beba mucho líquido e intente añadir algo de ejercicio ligero a su rutina.
Depresión o ansiedad
La depresión o la ansiedad son frecuentes. Si tiene pensamientos suicidas, llame inmediatamente a su equipo oncológico. Hay algunas formas de ayudar a reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad.
- Intente hacer ejercicio con regularidad. Incluso un breve paseo de 15 minutos puede mejorar tu estado de ánimo.
- Practique técnicas de respiración profunda y relajación para ayudar a calmar su mente y su cuerpo.
- Utiliza apoyo espiritual, como la meditación o la oración, si es un aspecto importante de tu vida.
- Hable con el equipo de cuidados de apoyo del centro oncológico. Ellos pueden recomendarte un profesional de la salud mental con el que puedas hablar y que esté familiarizado con los retos que experimentan los pacientes con cáncer.
- Pase tiempo con la familia y los amigos. Esto puede mejorar tu estado de ánimo y ayudarte a relacionarte con tus seres queridos.
La medicación también puede ser una opción. Su oncólogo puede hablar de ello con usted para ver cuál es el mejor enfoque.
Efectos secundarios a largo plazo de los tratamientos contra el cáncer de pulmón
Aunque la mayoría de los efectos secundarios desaparecen después del tratamiento, algunos pueden continuar o comenzar meses o años después de finalizar el tratamiento. La mayoría de los pacientes no los experimentan todos. Los efectos a largo plazo pueden incluir:
- La disminución de la función cognitiva, también llamada quimiocerebro, puede durar más que algunos de los otros efectos secundarios, o puede aparecer meses después de finalizar el tratamiento. Esto puede causar dificultades de concentración. Un terapeuta ocupacional puede ayudarle a identificar los problemas específicos causados por el quimiocerebro. Pueden ayudarle a superar más rápidamente los efectos secundarios recomendándole diversos ejercicios mentales conocidos por ayudar a mejorar la función cognitiva. También pueden ayudar a idear estrategias para mejorar la planificación, organización y multitarea del paciente.
- La neuropatía puede durar en algunos pacientes dependiendo de los fármacos de quimioterapia para el cáncer de pulmón utilizados. Puede sentirse como si las manos y los pies estuvieran "dormidos". Tenga cuidado al ponerse de pie de mantener el equilibrio antes de empezar a caminar cuando sienta los pies entumecidos.
- La dificultad para respirar y la tos se dan en aproximadamente el 4% de los pacientes sometidos a radiación torácica. Si nota algún cambio en su respiración o tose con mucha mucosidad, es esencial que lo comunique a su equipo asistencial. Los medicamentos, como los corticoides, pueden ayudar a aliviar las dificultades respiratorias.
- El estrechamiento de la garganta y el esófago, aunque poco frecuente, puede tratarse con un procedimiento que ensancha el esófago, facilitando la deglución.
- La inflamación del revestimiento del corazón puede causar dolor u opresión repentinos en el pecho, que requieren atención médica.
- La anemia es otro efecto secundario frecuente de los tratamientos de quimioterapia o radioterapia, que puede hacerle sentir cansado y débil. La anemia se produce cuando no hay suficientes glóbulos rojos para transportar oxígeno a todo el organismo. Afortunadamente, los medicamentos y las transfusiones de sangre pueden curar la anemia. Además, es probable que sus glóbulos rojos se repongan con el tiempo después de los tratamientos. La cantidad de tiempo que esto lleva puede variar.
- La caries dental puede desarrollarse después del tratamiento debido a la sequedad de boca, especialmente si se utilizó radiación en la zona de la cabeza y el cuello, lo que afecta a la capacidad de su boca para producir saliva. Visite a su dentista antes de que comience el tratamiento para ocuparse de cualquier caries u otros problemas que pudieran empeorar durante y después del tratamiento.
Tratamiento del cáncer de pulmón en Colorado
Los especialistas en cáncer de pulmón de Rocky Mountain Cancer Centers crean planes de tratamiento personalizados que incluyen oncología médica, oncología radioterápica y cirugía. Nuestro equipo también está aquí para ayudarle a controlar los efectos secundarios. Le guiarán sobre las formas de aliviar o controlar los efectos secundarios durante y después del tratamiento.
Si usted o un ser querido ha sido diagnosticado recientemente de cáncer de pulmón, puede programar una consulta con uno de nuestros médicos especialistas en cáncer de pulmón ubicados en toda la Front Range, incluida la zona de Denver, Colorado Springs y Boulder. También están disponibles para ofrecerle una segunda opinión sobre el diagnóstico y el plan de tratamiento.