Desde su primer uso oficial a finales de la década de 1990, la inmunoterapia se ha convertido en una de las formas más prometedoras de tratamiento del cáncer. Al estimular el sistema inmunitario, la inmunoterapia ayuda al organismo a reconocer y destruir o ralentizar el crecimiento de las células cancerosas. Los resultados han sido positivos en muchos tipos de cáncer, y la investigación continua está descubriendo formas en que estos tratamientos pueden seguir avanzando y tratar más tipos de cáncer.
"La inmunoterapia es una forma radicalmente distinta de tratar el cáncer; se diferencia claramente de la quimioterapia, que actúa matando las células que se dividen rápidamente", afirma el Dr. Eulitt, oncólogo/hematólogo médico certificado de Rocky Mountain Cancer Centers (RMCC). "La inmunoterapia puede ser extraordinariamente eficaz. En ensayos clínicos y en la práctica, hemos visto pacientes con respuestas completas a la inmunoterapia, lo que se traduce en la ausencia de indicios de cáncer tras el tratamiento."
Usos actuales de la inmunoterapia y avances en curso
Los fármacos de inmunoterapia se dirigen a tipos específicos de cáncer. Por este motivo, no todos los pacientes con cáncer son candidatos a este tipo de tratamiento. Aun así, el tratamiento de inmunoterapia está aprobado actualmente para muchos tipos de cáncer, entre ellos:
- Melanoma
- Cáncer colorrectal
- Cáncer de pulmón de células no pequeñas
- Cáncer de cabeza y cuello
- Cáncer de vejiga
- Cáncer de riñón
- Linfoma
- Mieloma múltiple
En algunos casos de cáncer, pacientes que habían dejado de responder a los tratamientos tradicionales o no tenían otras opciones, también respondieron bien a la inmunoterapia. Los investigadores están llevando a cabo un gran número de ensayos clínicos para explorar nuevos usos de las inmunoterapias actuales, así como para desarrollar nuevas inmunoterapias para otros tipos de cáncer, como el de mama en fase inicial.
"En Rocky Mountain Cancer Centers, participamos en varios ensayos clínicos que investigan el uso de medicamentos inmunoterápicos en diversos subtipos de cáncer", afirmó el Dr. Eulitt. "Hacerlo ofrece a nuestros pacientes la oportunidad de ser los primeros en recibir nuevas terapias prometedoras". La participación en ensayos clínicos en el RMCC ha llevado a la aprobación por la FDA de muchos tratamientos nuevos contra el cáncer."
Por ejemplo, el tratamiento del melanoma mediante inmunoterapia ha avanzado mucho en la última década gracias a los ensayos y la investigación en curso. En 2011, los ensayos clínicos condujeron a la aprobación por la FDA de la primera inmunoterapia para pacientes con enfermedad metastásica avanzada que no respondían a la terapia estándar. Los estudios en curso han dado lugar a nuevos avances prometedores para el cáncer de piel que aún no se ha extendido.
"Ensayos clínicos recientes sugieren un beneficio incluso para los pacientes sin afectación ganglionar", dijo el Dr. Eulitt. "Se ha demostrado que recibir inmunoterapia tras la resección quirúrgica disminuye el riesgo de recidiva del melanoma y mejora la supervivencia".
Tipos de inmunoterapia y cómo funcionan
El sistema inmunitario puede detener o ralentizar el crecimiento de las células cancerosas como parte de sus procesos normales. Sin embargo, las células cancerosas pueden eludir a las células inmunitarias de muchas maneras, por ejemplo:
- Presentar ciertas alteraciones genéticas que dificultan su detección por el sistema inmunitario.
- Tener proteínas de superficie que hacen ineficaces a las células inmunitarias
- Cambiar las células sanas que rodean al tumor para que interfieran en la respuesta inmunitaria
En la actualidad, existen varios tipos de fármacos de inmunoterapia que permiten al sistema inmunitario combatir mejor las células cancerosas en determinados tipos de enfermedad. Estos tratamientos incluyen:
- Anticuerpos monoclonales: Se trata de proteínas creadas en laboratorio y diseñadas para adherirse a las dianas de las células cancerosas. Esto permite un tratamiento más selectivo del cáncer.
- Inhibidores de los puntos de control inmunitarios: Los puntos de control del sistema inmunitario impiden que las respuestas inmunitarias del organismo sean demasiado agresivas. Los inhibidores de los puntos de control inmunitarios bloquean estos puntos de control para que el sistema inmunitario ataque con más fuerza a las células cancerosas.
- Terapia de transferencia de células T: También llamada terapia celular adoptiva, este tratamiento mejora la capacidad de las células inmunitarias llamadas células T para atacar el cáncer. Las células inmunitarias se recogen del tumor y las más eficaces contra las células cancerosas se refuerzan para hacerlas más robustas y se cultivan en grandes cantidades en el laboratorio. A continuación, estas células se devuelven al organismo por vía intravenosa.
- Moduladores del sistema inmunitario: Este tipo de fármaco se utiliza para mejorar la respuesta inmunitaria del organismo contra el cáncer. Los tipos de moduladores del sistema inmunitario incluyen las citocinas, que se crean a partir de los glóbulos blancos; el BCG, una forma debilitada de bacteria que se utiliza para tratar el cáncer de vejiga; y los fármacos inmunomoduladores, que estimulan el sistema inmunitario y también pueden impedir el crecimiento de tumores.
Los pacientes reciben la mayoría de los fármacos de inmunoterapia por vía intravenosa, normalmente cada dos o cuatro semanas. Sin embargo, algunos fármacos pueden tomarse por vía oral en forma de comprimidos o cápsulas. Algunas inmunoterapias para el cáncer de piel incipiente se administran en forma de crema que se aplica sobre la piel. En el caso del cáncer de vejiga, a veces el tratamiento se administra directamente en la vejiga.
Adaptación a la inmunoterapia
En comparación con la quimioterapia, la inmunoterapia no sólo puede ser más eficaz en algunos casos, sino también causar menos efectos secundarios y menos graves. Sin embargo, los distintos tipos de inmunoterapia tienen sus propios efectos secundarios, que suelen depender de su estado general de salud cuando comienza el tratamiento, del tipo de cáncer y de lo avanzado que esté, y del tipo y la dosis de terapia que reciba.
Los efectos secundarios de la inmunoterapia pueden variar de leves a graves y pueden incluir:
Síntomas parecidos a los de la gripe, como dolor, fiebre, escalofríos, fatiga y dolor de cabeza.- Náuseas y vómitos
- Mareos
- Infecciones por hongos (bacterianas o víricas)
- Palpitaciones del corazón
- Erupción
- Neumonitis, o inflamación de los pulmones
- Tensión arterial alta o baja
- Problemas para respirar
- Cambios hormonales
- Hinchazón y aumento de peso
- Congestión sinusal
- Diarrea
Es importante señalar que, aunque es posible que se produzcan efectos secundarios, en la mayoría de los casos no afectan a la calidad de vida tanto como los de la quimioterapia.
"Los nuevos medicamentos de inmunoterapia son casi universalmente mejor tolerados que las terapias anteriores", dijo el Dr. Eulitt.
Sin embargo, la inmunoterapia también puede tener inconvenientes. Algunos pacientes desarrollan resistencia a las inmunoterapias, como los inhibidores de los puntos de control inmunitario, lo que las hace ineficaces con el tiempo. Algunos también presentan resistencia primaria, lo que significa que su sistema inmunitario no responde a la inmunoterapia. Los investigadores están estudiando por qué ocurre esto y cómo superar estos problemas.
Mirando al futuro
La continuación de los estudios está allanando el camino para que la inmunoterapia se extienda a otras áreas de la atención oncológica. Los inhibidores de puntos de control inmunitarios y las terapias celulares adoptivas son dos áreas de especial interés para los investigadores. Algunos de los ensayos clínicos actualmente en curso se centran en la respuesta inmunitaria y en cómo puede mejorarse en pacientes que presentan resistencia a estos tipos de inmunoterapia.
La inmunoterapia combinada con otros tratamientos suele ofrecer los mejores resultados. Por ello, otros estudios exploran la eficacia de combinar la inmunoterapia con quimioterapia, radioterapia o terapias dirigidas para mejorar los resultados, métodos que están aprobados para algunos tipos de cáncer.
"A veces los pacientes dudan en considerar terapias en desarrollo o les preocupan las pruebas adicionales que conlleva un ensayo clínico", dijo el Dr. Eulitt. "Pero los ensayos brindan la oportunidad de tener acceso a una terapia prometedora que aún no se ofrece a todo el mundo. Creo que cualquier paciente que tenga a su disposición un ensayo clínico debería considerar la posibilidad de inscribirse."
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