La idea de padecer cáncer de colon puede ser aterradora, sobre todo teniendo en cuenta que es el tercer tipo de cáncer más frecuente tanto en hombres como en mujeres. Por desgracia, los síntomas no se manifiestan hasta que la enfermedad está más avanzada. Dicho esto, muchas personas presentan signos de la enfermedad en una fase temprana, muchos de los cuales pueden pasarse por alto. Por ello, en función de su edad, antecedentes familiares y otros factores de riesgo, en Rocky Mountain Cancer Centers (RMCC) le recomendamos que se someta periódicamente a pruebas de detección del cáncer de colon con su médico de atención primaria. Como en todos los tipos de cáncer, lo mejor es detectar y tratar el cáncer de colon a tiempo, así que si nota alguno de estos cinco signos, no deje de concertar una cita con su médico.
Comprender el cáncer colorrectal
1. Pérdida de peso inexplicable
La pérdida de peso inexplicable no es sólo un signo de cáncer de colon, sino también de otros tipos de cáncer. Si pierdes más de cinco kilos en unos meses sin intentarlo, merece la pena investigarlo.
El cáncer de colon puede provocar una pérdida de peso inexplicable de diferentes maneras. A veces, el cáncer puede causar una disminución del apetito. Otras veces, el cáncer crece hasta el punto de causar una obstrucción intestinal parcial o incluso total. En cualquier caso, cualquiera de las dos situaciones puede ser peligrosa, ya que supone un riesgo de pérdida de masa muscular y desnutrición.
2. Fatiga y debilidad
A veces, la fatiga puede confundirse con el cansancio. Sin embargo, no son lo mismo. El cansancio suele remediarse durmiendo y descansando. En cambio, la fatiga relacionada con el cáncer es diferente y suele describirse como una sensación de cansancio, debilidad, agotamiento, pesadez, lentitud o falta de energía o ánimo. A medida que la enfermedad avanza, el organismo puede destinar una cantidad importante de energía a combatir el cáncer, lo que provoca una fatiga persistente. Las personas que experimenten una fatiga prolongada, incluso después de un descanso adecuado, deben acudir al médico para identificar las posibles causas subyacentes.
3. Calambres abdominales
Dependiendo de la localización del tumor y de otros factores, es posible que algunas personas con cáncer de colon no experimenten dolor abdominal (calambres) hasta que la enfermedad esté en sus últimas fases. Sin embargo, para otros, el dolor abdominal puede ser un signo temprano de cáncer de colon.
Tenga en cuenta que el dolor abdominal puede ser el resultado de otros problemas, incluyendo condiciones no cancerosas como las hemorroides y el síndrome del intestino irritable. No obstante, si el dolor abdominal ha comenzado recientemente, es intenso y no se explica por ninguna otra afección, es hora de hablar con el médico.
4. Sangre en las heces
La presencia de sangre en las heces es una importante señal de alarma que nunca debe ignorarse. Aunque afecciones como las hemorroides pueden provocar hemorragias rectales, las hemorragias persistentes o inexplicables deben requerir atención médica inmediata. El cáncer de colon puede provocar hemorragias en el tubo digestivo, y la sangre puede mezclarse con las heces, dando lugar a cambios visibles. Es crucial distinguir entre las hemorragias causadas por problemas menores y las que pueden ser indicativas de una afección más grave. En algunos casos, esta sangre puede ser de color rojo brillante y muy perceptible. Es posible que aparezca por sí sola o que sólo se note al defecar. En otros casos, la sangre del cáncer de colon puede oscurecer las heces. El sangrado también puede ser tan leve que no lo vea.
Aunque la presencia de sangre en las heces puede deberse a muchas causas, siempre debe consultarse con el médico, sobre todo si ocurre más de una vez.
5. Cambios en los hábitos intestinales
Los cambios intestinales como el estreñimiento, la diarrea o las heces estrechas pueden ser normales si son temporales. Sin embargo, si no desaparecen al cabo de unos días, no dude en consultar a su médico, ya que son uno de los primeros signos de cáncer de colon. El cáncer de colon puede alterar el funcionamiento normal del colon, provocando estos cambios. La diarrea puede deberse a la incapacidad del organismo para absorber agua correctamente, mientras que el estreñimiento puede aparecer debido a la obstrucción causada por el tumor. Prestar atención a estos signos puede ser crucial para identificar posibles problemas en una fase temprana.
De nuevo, estos cambios pueden atribuirse a otras afecciones menos graves, como el síndrome del intestino irritable. Aun así, siempre hay que acudir al médico para descartar un cáncer cuando los hábitos intestinales cambian y no vuelven a la normalidad.
Recuerde, si nota alguno de estos -o cualquier otro signo de cáncer de colon- no lo ignore. Pida una cita con su médico lo antes posible para que le haga pruebas para descartar el cáncer. Además, si tiene más de 50 años o tiene un alto riesgo de desarrollar esta enfermedad, también es importante que programe las pruebas de detección de cáncer de colon que le recomiende su médico.
Detección del cáncer colorrectal
El cribado es importante porque puede prevenir el cáncer colorrectal detectando cualquier anomalía y tratándola rápidamente antes de que se convierta en cáncer. Cuando el cáncer se detecta precozmente, hay más posibilidades de tratarlo y salvar la vida.
Aunque las colonoscopias son la norma en lo que respecta al cribado del cáncer colorrectal, las personas consideradas de riesgo medio pueden utilizar algunos kits de pruebas caseras, especialmente antes de los 50 años. No deje de consultar nuestro blog sobre Lo que hay que saber sobre las pruebas caseras de detección del cáncer de colon.
Si tiene al menos 45 años y un riesgo medio de padecer cáncer colorrectal, es el momento adecuado para ser proactivo y preguntar a su médico sobre el cribado. La ACS también le anima a que empiece a examinarse antes de los 45 años si tiene un alto riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Actualizado en enero de 2024