Cómo llevar una vida sana después del cáncer
Si habla con un superviviente de cáncer, es posible que le oiga decir que ve su vida en tres etapas diferentes: la vida antes del diagnóstico, la vida durante el tratamiento y la vida después del cáncer. Y aunque el cáncer no es un paseo, puede haber un aspecto positivo que merece la pena destacar: los supervivientes de cáncer tienden a valorar y apreciar más su salud que los que nunca han estado gravemente enfermos.
A menudo, esta perspectiva es la que hace que los supervivientes se centren más en tomar decisiones de estilo de vida más saludables que puedan reducir la probabilidad de volver a padecer cáncer, o cualquier otra enfermedad grave.

El estilo de vida puede influir en su salud
Lo que quizá no sepa es que las medidas para llevar un estilo de vida saludable como superviviente de un cáncer son esencialmente las mismas que cualquier persona puede tomar para mejorar su bienestar, con enfermedad grave o sin ella. Un estilo de vida saludable puede incluir:
Hacer ejercicio regularmente
Comer alimentos más sanos.
Abandono del consumo de tabaco.
Vigilar el consumo de alcohol.
Limitar la exposición al sol.
Tomar la medicación recetada.
Visitar al médico para revisiones periódicas.
Acudir a sus citas periódicas de detección del cáncer.
Los supervivientes de cáncer necesitan hábitos saludables
Aunque cualquiera puede beneficiarse de un estilo de vida más saludable, es especialmente importante para los supervivientes de cáncer. Según la Sociedad Americana del Cáncer, los supervivientes de muchos tipos de cáncer, como el de mama y el de piel, tienen un mayor riesgo de desarrollar un segundo cáncer o de sufrir una recidiva.
Muchos supervivientes de cáncer se dan cuenta de que llevar un estilo de vida saludable después del cáncer requiere trabajo, pero si se es diligente en la creación de rutinas más saludables, se puede hacer. Si su vida antes del cáncer conllevaba hábitos poco saludables, como ser físicamente inactivo, comer frecuentemente comida rápida, consumir demasiado alcohol, trabajar para mantener el bronceado, etc. ahora, más que nunca, es el momento de incorporar el cambio. Como superviviente, has entrado en esa tercera etapa de la vida que puede (y debe) ser el comienzo de un nuevo y más saludable tú.
Durante la transición a un estilo de vida más saludable, recuerda que no tienes que hacerlo solo. Hablar con otros supervivientes en un grupo de apoyo o pedir ayuda a familiares y amigos es una forma estupenda de mantener la motivación y rendir cuentas de las decisiones que tomes con respecto a tu salud. No sólo es bueno para ti, sino que ellos también se beneficiarán de ello.